lunes, 13 de febrero de 2012

DIANA NAVA, ESCENA PARA BLUE LIPS

Diana Nava
Como ya les comentamos. Invitamos a los 7 directores finalistas a compartir su experiencia en el blog de Blue Lips. Esta es la entrada de Diana Nava

ESCENA PARA BLUELIPS

Conocía el proyecto de Blue Lips desde sus inicios y ya desde el principio sentía un imán que me llamaba a seguir los pasos del mismo.
Cuando surgió la idea de preparar un vídeo de presentación para optar a codirigir la película me pareció un plan que no podía dejar escapar. Debía al menos intentarlo.
Las ideas pasaban fugaces por mi cabeza pero ninguna acababa de convencerme hasta que una tarde de sábado, la inspiración llegó (Suerte que estaban conmigo Jordi y su 7D y súperAinara).
Cuando, después de una vez seleccionados finalistas, nos hicieron la propuesta para el próximo y definitivo vídeo, primeramente me puse algo nerviosa. Eran fechas malas, poco antes de Navidad y claro, si me enfrascaba en ello tenía que hacer las cosas bien. No sabía por donde empezar!!! Poco a poco se fue sumando gente al asunto que iban aportándome tranquilidad y confianza. Lo primero y más importante para mí era acertar con el casting. 
Lola Casamayor
Con la información dada tenía perfectamente en la cabeza el perfil que buscaba y me vino la imagen de la mujer ideal, la genial actriz LOLA CASAMAYOR
Bandolera
No sé ni cómo Lola se embarcó en el tema porque anda liadísma con el ritmo frenético de la grabación de Bandolera de lunes a viernes y con obra La Famillia de Pascual Duarte de gira por España los fines de semana. 
La Familia Pascual Duarte
Ya se me había metido Lola en la cabeza y sólo me imaginaba a ella en el papel. Afortunadamente, Lola enseguida se sintió atraída por la idea y me dio una fecha, el único domingo de enero que tenia libre sin duda le apetecía.
Elena Martinaya
A partir de ahí todo fue encajando, Ainara podía venir ese finde y echarme un cable, Miguel, Toni y Bea se encargarían de la Fotografía, Joze, el gaditano del sonido y mi amiga la magnífica actriz Elena Martinaya haría el papel de la hija de Sagrario para poder trabajar el personaje mediante improvisaciones antes de ponernos con la escena. 
Con el vestuario me ayudaría Adri así que, Iñaki con el maquillaje…Sólo faltaba un pequeño gran detalle. La localización!! Buff si hubiese podido rodar en Pamplona todo habría sido más facil!. Tenía que buscar un piso que pudiese estar en la trayectoria del encierro,  teníamos que decorarlo al “estilo Sagrario” y por supuesto que tuviera tiros suficientes… Vi varias casas de padres de amigos, todas pequeñas… Cenando en casa de Elena y su chico Carlos, me dicen, oye, y no podemos hacerlo aquí. 
Y yo “pero el dormitorio es muy pequeño… pero igual en el salón…” -“Bueno, pues en el salón lo montamos en un momento, dijo Carlos!. Yo pensé mejor dicho “lo desmontamos” y así fue. 
 

Pusimos totalmente patas arriba su casa. Su pequeña hija Julieta, de 3 años, decía “Mamá, quiero mi casa” y es que no me extraña para nada. 

El día anterior al rodaje preparando el pañuelo, la plancha se nos fue de las manos y no sólo quemamos el pañuelico si no también la funda de la plancha…y ese material plastificado del que descubrimos que están hechos los pañuelos de San Fermín prende que no veas… 
Era el único pañuelo que quedaba así que tocó ponerlo tal y cómo había quedado, resulta que más real imposible y luego va y hay gente que me pregunta si lo cortamos con tijeras!!
Por fin llego el día del rodaje y todo marchó sobre ruedas. Lola, Elena y yo hablamos mucho del personaje de Sagrario, indagamos en sus sentimientos del momento y también en todos los elementos de su personalidad. En las improvisaciones buscamos los matices de ese personaje tan rico; arisca cuando intentan cuidar de ella; tierna cuando habla de su nieta, fría por fuera y derrumbada por dentro al pensar en su marido, presente en todo momento en su mente… La fotografía y el montaje tenían que ser suaves en contraposición a la brusquedad del sonido… El delicioso catering de Jordi nos motivaba por segundos, escuchando la locución entramos en el ambiente sanferminero y en unas horitas nos ventilamos las improvisaciones y la escena. En montaje, la música compuesta por mi primo Sergio, todo un artista, consigue redondear la escena y darle la fuerza que buscábamos a ese momento final. Si es que con un equipo así y trabajo previo las cosas salen solas… 
¡Gracias a todos de verdad!

miércoles, 8 de febrero de 2012

JULIO MAZARICO PARA BLUE LIPS

INIVTAMOS A LOS DIRECTORES FINALISTAS A ESCRIBIR EN EL BLOG PARA CONTAR SU EXPERIENCIA EN BLUE LIPS. ESTO ES LO QUE NOS ENVÍA JULIO MAZARICO.

La primera vez que tuve conocimiento del proyecto Blue Lips me alegré porque Maitena y Candela, o sea, Cronopia Films, volvieran a sentir el cosquilleo de la preparación de un proyecto de largometraje.

Había nevado ya bastante desde “Nevando voy”, una película que supuso mucho para ellas y para todos nosotros, aspirantes a cineastas atrapados en el embudo del sistema tradicional de producción cinematográfica en España.

Cronopia Films quiere ahora, con “Blue Lips” dar otra vuelta de tuerca al sistema y plantear un proyecto de largometraje colectivo, con el repelús que esta definición suele provocar al productor tradicional de cine.

Estoy seguro que Cronopia trabajará para conseguir que el proyecto llegue a buen puerto y el resultado sea una película que hable por sí misma, uniforme y homogénea aunque su gestación sea colectiva y heterogénea. Todo un reto al que estaría encantado de aportar mis ilusiones y energías arrimando el hombro como un compañero más.

Y es que ese espíritu cooperativo es una de las atracciones del proyecto, un espíritu que tiene mucho de la propia esencia del cine, del trabajo en equipo y de la búsqueda del consenso en el trabajo. Y también tiene mucho que ver con la colectividad y universalidad de una fiesta como la de San Fermín, que en esencia, reúne a gente de todo el mundo en Pamplona para compartir alegría y diversión.

Pese a no conocer demasiados detalles del guión, el planteamiento de los personajes me parece muy atractivo, dando protagonismo al contraste entre la alegría colectiva y el conflicto humano individual, algo poco explorado y que como creador cinematográfico, considero muy atractivo para plasmar usando el lenguaje del cine.

WEBCAM
Basándome en la dificultad de hacer cine, en los continuos favores que hay que pedir para levantar proyectos de cortometraje, se me ocurrió escribir un pequeño guión de ficción para mi presentación al concurso. Así surge “Webcam”, la primera pieza que realicé para “Blue Lips”.

El espíritu colaborativo está muy presente: no hubo rodaje organizado, sino cruce de favores y envíos vía internet de material que fue grabado en casa de Imanol Reta (nunca podré agradecerle lo suficiente su implicación en el proyecto, desde el principio hasta el final, poniendo incluso su casa de Pamplona a disposición del rodaje, cuando él más que nadie sabe lo que son los rodajes), además de los vídeos grabados por Andrea Dueso con su iphone, y los vídeos grabados en mi casa con la webcam del portátil.

Puro estilo guerrilla. Una vez recopilé el batiburrillo de material, un par de noches de montaje dieron como resultado una pieza sin más pretensión que la de resultar simpática, buenrrollista y no exenta del retrato de lo que un cortometrajista tiene que hacer en su día a día: favores, deudas, promesas contra deudas, más favores y más deudas.

Quiero hacer una mención especial a mi hijo Iker en su primer papel para el cine. De momento no se entera de mucho, pero alucina cuando viene a verme a grabar videoclips y se queda obnubilado delante del batería. Luego, en casa, Iker aporrea cualquier objeto (independientemente de su fragilidad) con la misma fuerza que la del batería del videoclip. Tanto, que ahora voy a grabar otro y no sé si llevarlo al rodaje o no, la verdad, aunque seguramente acabe yendo para continuar su particular aprendizaje de la percusión musical.


PROPUESTA VISUAL
Desde que nos pasaron el guión a los siete finalistas para plantear la secuencia visual, tuve claro que lo que más me apetecía era rodarla. He asistido a muchas presentaciones y coloquios de películas y cortos, y creo que existen dos tipos de cineastas: aquellos que hablan más que sus películas, y aquellos que dejan que sus películas hablen por ellos.
Yo me considero dentro del segundo grupo, así que planteamos un rodaje con un equipo técnico reducido (gracias a todos, chicos y chicas: Ander, Miguel, Elena, Marlene, Jon e Imanol) que colaboraron desinteresadamente en dar forma a la propuesta.

Desde el principio quise plantear uno de los aspectos que quizás nos haya distinguido del resto de finalistas: contraponer por montaje escenas del exterior de la fiesta sanferminera con la habitación de Sagrario, usar ese montaje de contraste para contar el conflicto. Tampoco necesitaba usar demasiadas imágenes, pero sí alguna, y agradezco a Sergio San Martín que tirara de su archivo personal y del de la empresa para la que trabaja (gracias igualmente, Kukuxumusu) para mandarme varios planos entre los que elegir.

Siempre había tenido ganas de trabajar con Maiken Beitia, a la que ofrecí un papel en “Botones” que no pudo hacer por problemas de calendario, y esta vez pude quitarme la espinita. Maiken es una actriz solvente, que aporta y se deja aconsejar, y aunque es mucho más joven que la Sagrario del papel, quise que Sagrario tuviese un perfil atractivo, de mujer mayor pero bien conservada, guapa, puesto que esa característica también será importante en el transcurso del largometraje.

Por lo demás, la gente que ha visto la propuesta dice que lleva mi estilo en cuanto a planificación. A mí me satisface mucho eso, más que nada porque no busco nada especial para tener un estilo, me dejo llevar por encuadres bonitos y puesta en escena sobria. En interiores, en esta ocasión, todo con trípode y plano fijo, sin movimientos de cámara.

Los espejos de la habitación de Sagrario fueron compañeros de viaje visuales con los que hubo que pelearse para integrarlos en esa puesta en escena de forma natural, sin que se notara. En el fondo, para mí, eso es el cine: hacer que lo artificial se transforme en natural. Casi nada.
Como bien dicen desde Cronopia, dejar en manos del público la decisión del ganador del concurso les libera de la decisión. En todo caso, tengo que decir, igual que ellas, que cualquiera de los siete podría rodar su parte de película con las máximas garantías. Ojalá que pudiera ser yo. Jugamos para que así sea. Y si perdemos, seguiremos jugando, eso seguro. ¡Un beso azul para todos y todas! 

Julio Mazarico